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¿Cómo podemos ayudarle?

Ya sea que busque un cabezal láser personalizado o necesite orientación especializada, el equipo de expertos de OSPRI está listo para brindarle asesoría y ayudarle a encontrar la solución perfecta para sus necesidades de corte y soldadura.

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La soldadura láser es una tecnología muy versátil que permite trabajar con diversos metales, como acero al carbono, acero inoxidable, aleaciones de aluminio y de cobre. Además, posibilita la unión de metales como cobre con aluminio o acero inoxidable con aluminio, lo que la convierte en una solución ideal para múltiples sectores industriales que requieren precisión y compatibilidad entre materiales.

El espesor que puede soldarse depende de la potencia del láser: a mayor potencia, mayor profundidad de penetración y capacidad para unir placas gruesas. Al elegir un sistema de soldadura láser, es importante considerar la potencia disponible, el tipo de material y las exigencias de la unión, para asegurar resultados estables, duraderos y de alta calidad.

Un cabezal de soldadura láser está formado por distintos sistemas que trabajan en conjunto para garantizar precisión y estabilidad:

  • Sistema óptico: Conjunto de lentes y colimadores que moldean y enfocan el haz láser con alta exactitud.
  • Mecanismo de oscilación: En algunos modelos, el movimiento de doble eje mejora la calidad de la costura y permite adaptarse a distintos materiales y espesores.
  • Refrigeración: Generalmente por agua o aire, mantiene la temperatura bajo control y evita el sobrecalentamiento durante el proceso.
  • Protección con gas: Un flujo de gas inerte, como argón o nitrógeno, protege la zona de soldadura y evita la oxidación.
  • Sistema de control: Permite regular parámetros como el enfoque, la altura o el modo de oscilación según cada aplicación.
  • Conexiones: Integran el cabezal con la fuente láser, robots o equipos automatizados de producción.

El diámetro del punto láser puede variar entre 0.1 mm y 3 mm, según la potencia, la óptica y el tipo de aplicación. En trabajos que requieren máxima precisión, como la soldadura de componentes electrónicos o médicos, se emplean puntos muy finos, cercanos a 0,1 mm. En cambio, para estructuras grandes o materiales más gruesos, se utilizan puntos superiores a 1 mm, que permiten una mayor penetración y velocidad de soldadura. Además, los cabezales con oscilación automática pueden ajustar el tamaño del punto en tiempo real, garantizando un acabado más uniforme y estable.

Sí. Una de las grandes ventajas del láser es su capacidad para acceder a zonas complejas sin contacto directo. Gracias a su alta precisión, puede trabajar en espacios reducidos, cavidades profundas o superficies con geometrías complicadas, donde las herramientas tradicionales no llegan. Algunos cabezales incluso cuentan con diseños compactos o sistemas de óptica móvil, ideales para sectores como la industria automotriz, la reparación de moldes o la soldadura de piezas de precisión.

En la mayoría de los casos, sí, pero la compatibilidad no depende de la marca, sino de los parámetros técnicos del sistema. Los puntos más importantes a tener en cuenta son:

  • Tipo de conector o interfaz láser (como QBH o QD): debe coincidir con la fuente láser utilizada.
  • Potencia nominal: el cabezal debe estar preparado para manejar la potencia de su equipo sin comprometer la estabilidad.
  • Longitud de onda: la mayoría de los cabezales para láser de fibra están diseñados para operar a 1064 nm.
  • Protocolo de control: asegúrese de que las conexiones (IO, RS232 o Ethernet) sean compatibles con el sistema de control.
  • Refrigeración y gas: las líneas y accesorios deben ajustarse a la configuración general del equipo.

Consejo útil: si tiene dudas sobre la compatibilidad, basta con compartir con nuestro equipo el modelo de su láser, el tipo de conector y el sistema de control. Le ayudaremos a confirmar la integración más adecuada para su aplicación.