Metales como el cobre, el aluminio, el latón y el acero inoxidable pulido reflejan gran parte de la energía del láser, lo que dificulta el corte y puede afectar al sistema óptico. Para procesarlos con precisión, se requiere un cabezal capaz de mantener una alta potencia, una emisión estable y protección frente a la retrorreflexión.

Nuestros cabezales de corte láser incorporan un diseño antirreflejo de varias etapas, gestión térmica eficiente y protección por gas auxiliar, reduciendo el desgaste y garantizando un enfoque automático preciso. Gracias a ello, logran cortes estables, ranuras finas y bordes limpios en metales reflectantes como cobre, aluminio y acero inoxidable. Estas prestaciones aseguran una producción constante y de muy buena calidad en sectores como la energía, los equipos eléctricos y los electrodomésticos.