En el corte de láminas metálicas delgadas, incluso una mínima rebaba o deformación térmica puede afectar el ensamblaje o la apariencia final de la pieza. Por eso, el proceso de corte debe garantizar tolerancias precisas y un control térmico cuidadoso. El corte láser cumple con estas exigencias gracias a su haz controlado y sin contacto, que permite obtener contornos complejos, perforaciones finas y detalles precisos con mínima zona afectada por el calor y bordes suaves.

Al no aplicar presión mecánica, el proceso evita tensiones en la pieza y reduce la necesidad de desbarbado o pulido posterior. Las ranuras estrechas optimizan el aprovechamiento del material y disminuyen los residuos. Integrados con sistemas CNC y controles inteligentes, los cabezales láser ajustan automáticamente el enfoque según el espesor, mantienen trayectorias estables y garantizan resultados uniformes, mejorando tanto la calidad como la eficiencia de producción.

Nuestros cabezales de corte láser combinan haz estable, autoenfoque y gas auxiliar para lograr cortes precisos, finos y libres de escoria. Las piezas quedan sin rebabas y con bordes uniformes, cumpliendo estándares estéticos y funcionales sin necesidad de acabado adicional, lo que aumenta la productividad en electrónica de precisión, instrumentación y dispositivos médicos.